Nuestras Historias


27-01-2010 Nochevieja en el Orfanato y su Inauguración




28-12-2009 Daklha/Cabo Barbás

Jordi, en su Toyota, y Fran, con su Hillux y conmigo como copiloto, llevamos desde el pasado día 14 de Diciembre dando tumbos por estos desiertos, hemos dormido en Daklha y aprovechado la mañana para reparar algunos desperfectos del coche de Jordi, después de comer nos ponemos en camino dirección Cabo Barbás, donde hemos quedado en juntarnos con el grupo que salió de Madrid el día 25 de Diciembre.

Nada más pasar el cruce de Daklha, a la derecha, nos encontramos con “La Merche” (el coche Mercedes que llevamos para que sirva de transporte discrecional, una vez por semana, entre Nouadhibou y Nouakchott y vuelta, y que esperamos, reportará unos aprox. 300 € mensuales, y que nos ayudarán a que el orfanato se autofinancie parcialmente); pues eso, que allí está “la Merche”, que se ha portado de maravilla incluso viniendo cargada hasta las trancas y después de haberse “inundado” en Algeciras a consecuencia de las fuertes lluvias, “Butanito-Discovery” (que ha tenido un pequeño percance al romper la correa de no sé qué), y sus cinco ocupantes, a saber, Luís el Presi, Marisa, Toni, Blanqui y Pepe, y sin más percances llegamos todos a Cabo Barbás, donde nos recibe Fal (Farachi está de viaje) y Manolo, un canario recién contratado que pretende darle al hotel un toque más “occidental”, y donde las habitaciones siguen como siempre, es decir, sin baño, pues las “con baño” siguen en obra y , como siempre nos dicen, “estarán pronto preparadas”… lo que sí está terminado son las grandes columnas y el toldo que las cubre, que le da al patio un aspecto muy agradable. Allí y durante la cena conocemos a un tal Jordi, catalán del Delta del Ebro, que piensa encontrarse con nuestro amigo Fernando y familia en una ciudad más al norte; su coche tiene un apariencia impresionante, nos presenta a su esposa y varios extranjeros más, entre ellos un Doctor que es el Director del Hospital de Chinguetti y charlamos durante largo rato.

La temperatura es agradable y dormimos bien, pero lo que tampoco ha cambiado en Cabo Barbás es la confortabilidad que deben tener mosquitos y otros bichejos, a juzgar por la cantidad de ellos que sigue habiendo.

29-12-2009 Cabo Barbás/Nouadhibou

A las 9,40 h. ya estamos los cuatro coches en la frontera marroquí, de donde salimos a las 12,15 y en 25 minutos más estamos en la frontera mauritana, donde tenemos que esperar otro buen rato a 35 grados de temperatura. Yahya llega a las 13,20 y 40 minutos después; llegamos guerreros y dispuestos a presentar batalla para no pagar en el puesto militar los famosos 10 € “de peaje” por persona que siempre se pagan y ganamos la partida, más tarde nos enteremos que al parecer no lo cobran ahora a los españoles, salimos todos hacia el orfanato, donde llegamos una hora después tras el par de controles rutinarios de la carretera.

Lo primero que hacemos al llegar es descargar todas las cajas que la empresa CARTAY nos ha donado, pañales lavables, mantas, toallas, chupetes, biberones, camisetas, calzoncillos, braguitas, gel, champú, tubos de ungüento, todo ello especial para niños y zapatitos deportivos (con luces en las suelas ¡la locura de los peques, aunque les estuviesen grandes!)

Desde las 3 y hasta casi las 6 en que nos preparan un almuerzo poco “occidental” en el que algunos comen algo y otros preferimos seguir con los niños, nos encontramos con los peques y los apretujamos y besuqueamos hasta saciarnos. Les han puesto a todos “sus mejores galas”, y a las niñas les han hecho trencitas, y todos están preciosos. Todos van de unos brazos a otros y, aunque todos son bonitos y con caras de ángeles, para qué nos vamos a engañar, unos son muy simpáticos y a otros les cuesta un poquito más, por ejemplo la preciosa Khadijah que, necesita su tiempo antes de “confraternizar con los extraños”.

Los más pequeños del orfanato son cinco bebes que hay en la segunda habitación de la izquierda, José Luis, Checho, Mar, Luis de dos meses y Abderahmane de tres días, y que como puede verse ya los han “emparentado” de alguna forma con algunos de nosotros al ponerles nuestros nombres.

Los que también han llegado hoy, aunque en avión por falta de vacaciones u otras razones, pero que no querían perderse la inauguración del orfanato, son los hijos de Toni y Blanquita, Tamara y David, así como Mar, nuestra Secretaria, y su hijo Rodrigo. Les han recogido en el aeropuerto de Nouadhibou y, afortunadamente, no han tenido ningún contratiempo.

El orfanato ya está prácticamente terminado, aunque a la parte alta le faltan algunos remates, como por ejemplo, la pintura exterior del edificio que, aunque estéticamente diría mucho, no es precisamente una prioridad, en fin, detalles que muy pronto esperamos estén terminados. La planta baja sigue siendo el lugar habitado y donde están todos los niños.

Nos apresuramos en saber el resultado de los análisis hechos a Mme. Aichetou y comprobamos con satisfacción que su único mal es que tiene un estado de fatiga y anemia, nos dice que está comiendo mucha fruta y verdura y algunos ejercicios de yoga que le han aconsejado y dice que se encuentra mucho mejor. Confiemos en que así sea.

Hacemos planes para mañana, tomamos 3 apartamentos al precio de 10.000 Ugillas cada uno, cada 24 horas (unos 28 euros, y tiene salón, cocina, baño con ducha y agua caliente, una habitación con cama de matrimonio “Kink-size” y otra habitación rodeada de colchonetas en la que podrían dormir hasta 6 personas). Uno para la familia Chumillas, otro para Luís, Marisa, Pepe y Jordi y otro para Fran, Mar, Rodrigo y yo. Creo que en el futuro no volveremos a ir a ningún hotel.

Cenamos algo en la “Casa Canaria”, donde siguen siendo lentos y caros y, muy cansados, nos vamos a dormir.

30-12-2009: Nouadhibou

Desayunamos en nuestros apartamentos y a las 9 ya estamos en la NAD. Por grupos, se transfiere el Mercedes a la NAD, se ven los muebles que faltan por venir, ponen en la entrada del Orfanato la placa conmemorativa de la inauguración, que la empresa de cerámica “EL ALFAR” de Villalba nos ha donado. Después nos vamos todos a Boulanouar para ver el proyecto de cooperativa agrícola, que Yahya cree que podría entrar la NAD como parte de un nuevo proyecto para autofinanciarse parcialmente. Viene también Aichetou (por cierto Ingeniero agrónomo o similar que es ella), y es Yahya el que se queda en el Orfanato.

Son un hotelero, un médico, un director financiero y un terrateniente “unidos por su amor a la tierra” viajan en un Mercedes último modelo, los que están “ahora empezando a pensar en el proyecto de cooperativa para Boulanouar”, que sería un hotel (que ahora está apenas iniciado y que es seguramente lo primero que construirían caso de contar con financiación exterior), en cuyo hotel se haría un huerto donde se producirían hortalizas u otros productos que, por su exotismo en esas latitudes, serían una atracción más para los turistas del hotel. Nos dicen que en la actualidad ya trabajan cinco personas en el huerto “desde el pasado marzo” y, en resumen, nos hablan de la creación de puestos de trabajo, de la posibilidad de evitar la dependencia del exterior para abastecer de frutas y verduras a Nouadhibou en particular y al país en general, de la necesidad de apoyo técnico y consultoría… el resumen es que si compartimos con ellos, y con muchos otros lugares y países desérticos, su sueño de producir algún día frutas y hortalizas en un desierto donde haya agua, como es el caso, pero esto lo detectamos, más bien, como una inversión pública y a fondo perdido, o la de un inversor a muy largo plazo, que la de una ONG como AxA. Creo que Mme. Aichetou, que nos dice tiene estudios superiores en agricultura (y que se ha dado cuenta al momento, de la falta de tratamiento de la tierra, o de su tratamiento deficiente), ya debe tener una idea bastante clara del tema.

Nos invitan a comer y nos muestran otra pequeña finca de regadío, que no parece muy bien aprovechada y al día siguiente quedan en entregarnos un dossier con todos los detalles del Proyecto, que quedamos en revisar.
A la vuelta, charlamos con Aichetou y Yahya y nos dicen que el Prefecto de Nouadhibou, les ha comentado la posibilidad de donar a la NAD cinco hectáreas de tierra, lo que abriría la posibilidad de proyecto agrícola propio para la NAD y aseguraría el abastecimiento del Orfanato.

También hablamos sobre los últimos gastos de construcción del orfanato, lo pendiente hasta finalizarlo, la futura llegada de la electricidad al barrio, la conveniencia de mosquiteros en las ventanas, el uso que de el Mercedes se va a hacer y sus posibles beneficios, el proyecto “Confituras” y la máquina mezcladora que traemos de parte de Checho, sobre la Sra. que le ayuda en las labores diarias, sobre la escolarización de los mayorcitos y la guardería a la que van algunos de los pequeños, sobre la posibilidad de que Abdré (encargado de la escuela de informática) reciba una formación adicional sobre informática en España y, en resumen, sobre los temas y vicisitudes acaecidas recientemente en la NAD y sobre las que queremos estar informados convenientemente.
Cenamos en el Orfanato dos riquísimos huevos fritos con patatas y volvemos a nuestros apartamentos.

31-12-2009 Nouadhibou

Hoy, y no ayer como estaba previsto, es la inauguración oficial, y allí estamos todos antes de que vengan el Prefecto con sus escoltas y en su cochazo, que es cuando se corta la cinta, la representante del Ministerio de la Juventud, la Infancia y la Mujer (a ambos les conocemos de ocasiones anteriores), y también una representación del Ministerio de Educación y del Ministerio de Bienestar Social o similar. Eso sí, como han sido citados por Aichetou “entre 10 y 12 de la mañana”, cada una de las autoridades viene a una hora y no todas coinciden, pero lo importante, es que es el orfanato ya está hecho, que es lo que nos importa a todos.

Almorzamos en la NAD un pollo muy rico que han preparado Aichetou, Abdré y su hermano Ahmed, seguimos disfrutando de los peques y a tomar nota de los detalles que se nos van ocurriendo (tapar con mosquiteras las ventanas, colocar una cortina anti-moscas en la entrada, etc.), vemos a Toni tomando medidas por aquí y por allí, a Blanqui, Marisa y Mar muy metidas en su papel de madrazas, “revisando” a los niños, haciéndoles pequeñas curas en heridas que ellos no parecen darles importancia y, en fin, cada uno disfrutando y sufriendo a su manera, disfrutando por el logro conseguido de tener al fin terminado el orfanato, y sufriendo por ver que, con lo que una familia normal española desperdicia y tira al día, podría dársele comida, ropa y cobijo a cualquier familia del tercer mundo.

Antes de irnos a los apartamentos para hacer los preparativos para mañana, que es el día de vuelta para algunos de nosotros, pasamos por el puerto (al que nos niegan el acceso sin contemplaciones pues cierran a las 7 de la tarde –se ve que el buen trato al turismo no es lo suyo-), vemos el “cementerio de barcos”, que es toda una playa llena de barcos mohosos y descomponiéndose, que otros países que sí que cuidan de su medio ambiente traen para abandonar aquí donde el control medioambiental es la última de sus prioridades.(sobre éstos barcos abandonados y ya en España, tendremos una sugerencia interesante por parte de alguien que ha conocido de su existencia, y que quizás pueda aportar algunos fondos a la NAD, aunque no es muy probable).

Volvemos a la NAD y, puesto que estamos en la noche de Fin de Año, los 12 que conformamos la expedición, cenamos con ellos o, mejor dicho, con los no-niños de la NAD, ya que éstos últimos están durmiendo y, a pesar del ruido, algo más del normal, que inevitablemente hacemos, no parece afectarles en exceso pues en las varias ocasiones que les vamos a ver durante la cena, todos duermen como lirones.

La cena ha consistido en una especie de pastel de gambas, pescado frito y una tarta con una leyenda que desea FELIZ 2010 a todos los AMIGOS x ÁFRICA, además, nosotros hemos traído de España turrón, polvorones, sidra (para que también ellos puedan tomar), dos botellas de vino (que ningún mauritano prueba, aunque les ofrecemos), y artículos típicos de Navidad (guirnaldas de papel, gorros de diferentes clases, antifaces, trompetillas, serpentinas), que tienen una tremenda aceptación por parte de todos ellos. Lógicamente, son ellos quienes procuramos que disfruten de éstas, para ellos “novedades”, mientras que nosotros, y para “que la fiesta no decaiga”, nos ponemos cualquier cosa en la cabeza con tal de disfrutar de esta Noche Vieja que, al no tener ni electricidad, ni televisión, ni retransmisión de campanadas, Fran cuando llegan las 12 de la noche, nos escenifica la Puerta del Sol y nos hace un toque de las 12 campanadas con un cucharon golpeándolo contra una sartén. Mientras él marca las campanadas (precedidas, como no, de su música previa y de “los cuartos”), el resto nos echamos a la boca o bien una uva, o un pedazo de dátil, o una patata chip ó cualquier cosa, ya que al haberles dicho que las uvas es lo típico en España, pero al no haber uvas para todos, procuramos que sean ellos quienes experimenten por primera y quizás única vez en su vida, lo que es llevarse a la boca 12 uvas mientras suenan las 12 “campanadas”, en este caso “sartenadas” de Año Nuevo.

Más que bailar, saltamos y cantamos todos, en castellano, en francés, o en árabe, mientras hacemos una cadena y hacemos pasos extraños, supuestamente “bailes”, alrededor de la mesa. Aichetou ha participado muy activamente en la fiesta, haciendo gala, una vez más, de su inteligencia, saber-estar y capacidad de adaptación. De hecho, todos han participado muy activamente, y Yahya, como siempre, con su carácter más tranquilo y pausado, a Mouna no conseguimos hacerla cantar, no así a Nora que nos deleita con sus canciones y bailes, Abdré, nos hace de Disc Jockey y no para de hacer fotos, y todos los demás danzamos, giramos y reímos disfrutando y enriqueciéndonos con las diferentes razas, nacionalidades y lenguas que cada uno de nosotros aporta a ésta muy especial noche de FIN DE AÑO.

A las dos menos cuarto nos marchamos a casa y, aunque lógicamente no hay nadie bebido (¡con dos botellas de vino para doce, españoles, faltaría más!), hacemos alusión y chistes a las precauciones que habría que tomar, por los controles de alcoholemia policiales, si estuviésemos en España, además del hecho de que el Presi no podría ni identificarse, pues su pasaporte y los papeles del coche lo tienen las autoridades para el proceso de cambio de titularidad del Mercedes que hemos llevado… pero parece que nos han oído, y los militares nos paran, no a todos, sino precisamente al Presi por llevar, quizás, el único coche que puede ser mauritano, o sea, el Mercedes, ya que el resto viajamos en nuestros 4x4.

Afortunadamente es un control rutinario y, al darse cuenta que somos todos españoles y que vamos en grupo, nos dejan seguir sin ningún problema.

A propósito de ésta parada, alguien saca a colación el tan traído y llevado “kit de supervivencia” que desde hace poco tiempo siempre debes llevar cuando viajes por África, compuesto de tres cosas, a saber: Un palo bien largo para tratar de evitar una posible agresión… el tubo de vaselina por si no consigues evitarla… y una caja de aspirinas por si te duele mucho… el sentido del humor no hay que perderlo nunca.

Creo que ninguno de los que hemos pasado éste Fin de Año en el orfanato lo olvidaremos nunca, y está claro que no es precisamente por lo comido o bebido sino, más bien, por la compañía de éstas sencillas y entrañables gentes y, por qué no decirlo, por lo orgullosos que nos sentimos de “haber colaborado en éste gran esfuerzo”, esfuerzo y logro que hemos llevado a cabo todos y cada uno de los miembros de AxA, pero que solo algunos hemos tenido la suerte de vivirlo físicamente, entre éstas acogedoras gentes.

01-01-2010 Nouadhibou/Daklha (antigua Villa Cisneros)

Desayunamos en los apartamentos, vamos a la NAD, terminamos de identificar/fichar a todos los críos, incluidos los 5 bebés, a las 13 h. almorzamos en el restaurante frente a los apartamentos, y a las 15,15 h. y tras un abrazo a los 8 que se quedan y que volverán por avión, salimos Pepe, Jordi, Fran y yo en tres coches y con 30 grados de temperatura, llegando al cruce donde ya son 35 los grados, que parecen 45, para desandar el camino hasta España, donde llegaremos después de solventar, pasado Agadir, una avería de varias horas del Butanito-Discovery el día 5 .

El resto del grupo a las 8 de la noche del día siguiente emprenderán el regreso en avión vía Las Palmas y enlazarán a las 2:30 de la madrugada con otro vuelo a Madrid, donde llegarán a las 5:30 de la madrugada, pero aún podrán disfrutar un día más de la compañía de la gente de la Nad y de los pequeños, y aprovecharán para buscar, a un precio asequible, por las tiendas de Nouadhibou, leche y pañales para los bebés, que una vez localizado, “el regateo” les lleva parte de la tarde-noche de ese día y un par de horas de la mañana siguiente. Pero al fin consiguen su objetivo y les dejan en el Orfanato leche y pañales para el abastecimiento de un mes.