Nuestras Historias


27-07-2007 Viaje Mauritania Agosto 2007



Itinerario del viaje: España-Marruecos-Mauritania-España.
Distancia recorrida: 9.000 kilómetros.
Duración establecida: del 27 de Julio al 17 de Agosto (22 días).
Componentes de la expedición: 7 coches, 16 personas.
Peso: más de una tonelada de peso por coche (ayuda humanitaria, repuestos y herramientas, comida y bebida, equipaje y personas).
Objetivo 1: Estudio sobre el terreno de la situación y necesidades de la tierra y sus gentes.
Objetivo 2: Repartir la ayuda transportada en lugares puntuales.
Objetivo común: “Unirnos al gran esfuerzo”.

Las reuniones se suceden, precedidas de decenas de correos electrónicos. La ilusión por la inminente partida se conjuga con los nervios, el inevitable estrés y los últimos preparativos. Son los prolegómenos previos a la partida hacia Mauritania. Nuestra jovencísima Asociación, AMIGOS x AFRICA (AXA) va a emprender su segundo viaje, esta vez más ambicioso y arriesgado que el primero. Conscientes de nuestra inexperiencia, afrontamos este primer Proyecto en tierras Mauritanas con el espíritu de aprender y prepararnos para próximas acciones.

Mauritania ha padecido un tormentoso pasado político, plagado de golpes de estado. El 26 de junio de 2006 se celebró un referéndum donde se reformó la Constitución y se limitó el mandato de los gobiernos. Las elecciones parlamentarias tuvieron lugar el 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 2006. Las elecciones presidenciales tuvieron lugar en marzo de 2007, siendo elegido Sidi Uld Cheij Abdellahi como nuevo Presidente en sustitución de Ely Ould Mohamed Vall.

El pueblo Mauritano está esperanzado con esta nueva etapa política y nosotros dispuestos a “unirnos al gran esfuerzo”, como reza uno de los lemas de AxA.

El 27 de julio de 2007, parte desde Madrid - Guadalajara y Barcelona una caravana compuesta por 7 coches y 16 personas: Marga, Jesús y Sandra – Marisa, Laura y Luis – Pepe y Luis – Jordi – Manolo y Begoña – Blanca, Tamara y Toni – Mar y Fran, con sus vehículos todoterrenos tan cargados de material, como sus corazones de ilusión.

El recorrido del viaje es todo un reto. Desconocemos de primera mano la mayor parte de sus tramos. El itinerario se ha elaborado con retales de WP y traces de otros aventureros.

Eso sí, siempre con un denominador común: buscando el camino más complicado y todo-terrenero. Lo que nos vamos a encontrar en cuanto a realidades humanas y físicas es una incógnita que, a veces, momentos precios al viaje, se traduce en un hormigueo en las entrañas.

La bajada hasta la ciudad de Nouadhibou (Mauritania) supone cuatro duros días de coche . lo interminables e insondables trámites aduaneros, los continuos controles policiales en carretera, el aumento constante de temperatura… consiguen que los casi 3.000 Kilómetros se acumulen a nuestra espalda como una carga más, que se suma a los más de mil kilos de peso que llevamos en cada coche. Mas, como es el inicio del viaje, la tensión y emoción del mismo hace que obviemos tan sinuosa amenaza.
Los kilómetros se suceden, las chanzas e informaciones a través de las emisoras nos distraen y hacen que el optimismo no decaiga. Es inevitable la foto en el punto justo marcado en el GPS: “estamos en el mismísimo Trópico de Cáncer”. A ambos lados de la carretera carteles mal clavados y oxidados nos recuerdan el conflicto bélico no lejano: “cuidado con las minas”, rezan los indicadores

En la ciudad de Nouadhibou, segunda ciudad más importante de Mauritania y a unos 3.000 Kilómetros de nuestras confortables casas, nos espera nuestro primer objetivo… es un lugar donde la rutina diaria es ganar la partida a la miseria y la pobreza. Allí, delante de una puerta desvencijada sobre la que cuelga un cable con un casquillo y una bombilla rota, reza un cartel en francés. “NOURRICCERIE AICHETOU DIALLO POUR LA PROTECTIÓN DE L`ENFANT”. Este es el primer lugar elegido por nuestra Asociación para descargar parte de la ayuda que transportamos en nuestros coches.

Antes siquiera de llegar a bajarnos de nuestros coches ya nos están rodeando unas decenas de chiquillos y, desde las puertas de las casas, notas las miradas: ya toda la calle sabe que vamos al orfanato e intuyen que les puede caer alguna “bobería”: ninguno quiere desaprovechar esa oportunidad.

El Orfanato es todo él una penumbra y se compone de tres habitaciones, una especie de salón alfombrado y una cocina en la que todos sus útiles están en el suelo, pues ellos cocinan acuclillados. En el pasillo de entrada al orfanato hay dos grandes bidones de agua para beber y un poco más allá pasada la cocina, un pozo tapado con una madera, con un pequeño poyete al lado, y al fondo del pasillo un frigorífico vacío. En este lugar imposible tiene recogidas a unas 40 criaturas, mayoritariamente abandonadas a la puerta del orfanato por sus madres solteras.

La primera impresión es sobrecogedora. Algunos bebés duermen indefensos, recostados en las alfombras del suelo; el bailoteo de las moscas no interrumpe su sueño. En una desvencijada cuna llegan a dormir hasta cuatro bebés a la vez. Otro grupo de niños y niñas, de edades diversas corretean alegres por las habitaciones. La sensación de necesidad y pobreza se refleja en mobiliario, suelos y paredes.
Charlamos con los responsables, les preguntamos por sus necesidades más inmediatas, por sus recursos y a la vez intentamos ganarnos a los chiquillos, que se esconden desconfiados detrás de sus cuidadoras, arrebujándose unos contra otros sin atreverse a acercarse y por supuesto no están dispuestos a consentir que les toquemos ni un pelo; los más valientes y mayores, nos miran a la cara desafiantes desde su pequeñísima estatura, y sirven de escudo a los más chiquitines, que se cobijan detrás de ellos; otros se ponen la manita delante de sus ojos para evitar vernos.

Empezamos cogiendo en brazos a los bebés; todos llevamos en nuestros múltiples bolsillos algunas chucherias y juguetes para llamar su atención y cuando las sonrisas y guiños no dan resultado, pasamos a la acción: sacamos una piruleta aquí, una pelota de tenis allá, un globo por otro lado y ¡¡¡ Abracadrabra ¡!!, ya hemos captado su atención. Los más mayores se acercan y empezamos a jugar con ellos; y de repente todo el orfanato cobra vida y luz: los chiquillos ríen juegan y dan saltos con nosotros, una pelota al aire y todos salta a por ella, un montón de manitas levantadas para recibir sus caramelos…

La sensación de querer y no poder nos atenaza a todos. Hasta nuestros pilotos más duros terminan en el suelo jugando con los pequeños. A Pepe las puntas del bigote le bailan cuando consigue el beso de un niño; Jordi consiente que su preciada cámara fotográfica sea manoseada y toqueteada por los más curiosos…. A él no le importa; ¡madre mía, lo que no consiga un niño…! Marisa da el biberón a un bebé al que las moscas se le están comiendo. Mar tiene las mejillas entumecidas de hinchar globos. No importa, otro y otro… hasta que uno estalla… Se produce un silencio de dos segundos seguido por un llanto inconsolable: “¡ no llores mi niño, tengo veinte más para ti…!” Vuelven las sonrisas mientras, a través del vestidito de la niña que no se le despega, nota una dureza sospechosa… Levanta la tela con cierto temor y descubre el ombligo herniado de la pequeña.

Cuando ya todos nos sentimos cómodos y confiados, procedemos a descargar la ayuda, compuesta de leche en polvo, papillas infantiles, medicinas, ropa, juguetes y dinero en metálico para el abastecimiento de alimentos de un mes. También elevamos la promesa de estudiar la viabilidad de colaborar con ellos en la construcción de un nuevo Orfanato en unos terrenos que les ha cedido el Gobierno.

Ahora las caritas de los niños nos miran arrobados. Les hace gracia vernos a todos, los 16, vestidos iguales con nuestras camisetas de la Asociación con su gran logo azul y lo tocaban y se reían mientras señalaban a otro de nosotros. También nosotros les miramos absolutamente cautivados y agradecidos por los juegos y momentos compartidos, por sus caritas alegres, sus maravillosos ojos y las risas que nos regalan y que quedarán para siempre en el recuerdo y en nuestro corazón.

SOLAMENTE POR ESTO, ESTÁ JUSTIFICADO TODO NUESTRO ESFUERZO

Visto lo sobrecargados que llevamos los coches, decidimos ir al pueblo de Nouamghar por carretera, en vez de por el desierto, como estaba previsto, para luego subir unos 70 kilómetros por la playa. Nouamghar, situado en el Parque Natural de Banc D`arguin, no tiene acceso por carretera, e inevitablemente hay que pasar un cordón de dunas para acceder a él. Con los coches lastrados por el peso, preferimos enfrentarnos a la arena de la playa, que a los cordones de dunas y a las zonas húmedas que deja la marea al retirarse.

Una vez en el pueblo y escoltados por las autoridades civiles, militares y policiales, nos dirigimos al dispensario de la localidad. Allí nos recibe el enfermero encargado del mismo, al que le hicimos entrega de casi media tonelada de material y medicamentos específicos para las necesidades y enfermedades de esa región, además de leche en polvo y ropa.

La satisfacción de la experiencia vivida, a la mañana siguiente se convierte en angustia. Intentamos retroceder por la playa para continuar nuestro viaje hacia el hospital de Atar. La marea nos sorprende, sin aviso previo, y nuestros coches, atascados en la arena de la playa, sienten en sus ruedas como el implacable avance de las olas amenaza con tragarlos sin compasión. Son momentos dramáticos de actividad desenfrenada: ora palas, ora planchas; excavando con las manos y empujando con desesperación, logramos salvar la situación, dejándola en un susto para ser contada en las futuras noches de campamento.

La Naturaleza, siempre salvaje e imprevisible, nos ha cambiado completamente las mareas de un año para otro y nos condena a ocho interminables horas de espera.
Los siguientes días alternan el viaje 4x4, las temperaturas extremas que rondaron los 48º grados todos los días (llegamos a 50º), la arena y las piedras, los paisajes cautivadores, duros y desafiantes, con la visita a los hospitales de Atar y Chinguetti. El primero, bajo la tutela del Gobierno Mauritano, aunque abanderado por Ramón y la ONG que representa, muestra en sus fachadas e instalaciones la dejadez de las instituciones sanitarias. Apenas se observa actividad, a pesar de que atiende a una población de algo más de 70.000 personas.

Muy amablemente nos recibe su director, un afable y tranquilo mauritano, quien nos cuenta la situación en que se encuentra el hospital y nos explica sus necesidades más básicas.

Dejamos las medicinas que nos restan, prometiendo colaborar con ellos en el futuro.
Muy distinto se nos muestra el hospital de Chinguetti, construido y regentado por una Fundación española. GEMA, una médico voluntaria española, nos atiende e informa amable y cariñosa. Nos sorprende la pulcritud de sus instalaciones, el orden y limpieza (se nos hace inevitable la comparación con el hospital de ATAR). Aunque tienen carencias evidentes (falta de determinadas medicinas, instrumental y especialistas), reconocemos con satisfacción el buen hacer y la proyección de futuro que combinan, pues en su asistencia no olvidan que “la formación de profesionales nativos es vital para el futuro de la zona”

Las jornadas se suceden: cada día es un reto para nuestros coches y para las personas que, entre golpes de calor, diarreas, y el añadido de “esos días femeninos” de casi todas las mujeres de la expedición, aprendemos a dosificar las fuerzas.

A los duros días de coche sorteando dunas, montañas pedregosas, trialeras y agobiante calor, se suceden noches sofocantes.. Cada uno se inventa la mejor manera de pasar la noche y dormir unas horas a pesar del calor. La noche que parece que tendremos tregua, nos sorprende una tremenda tempestad de arenas y agua. Apenas en segundos la, la tormenta nos envuelve a traición. Algunos atan las tiendas con cuerdas a los coches. El viento y la arena son implacables… Cuando los truenos, relámpagos y lluvia empiezan a caer, todos corremos a refugiarnos olvidando mesas, sillas, utensilios de la cena… que vuelan sin piedad cual armas arrojadizas. La caza de la Quechua fugitiva es otro episodio digno de ser contado en futuros campamentos bajo esos cielos infinitos de infinitas estrellas.

Leguas y lenguas de arenas, cañones de paredes impresionantes, lagos secos increíbles y aquellos cordones de dunas que fuimos incapaces de superar, a pesar de la potencia de nuestros coches a pesar del coraje de los dieciséis.
Decidimos regresar por la vía del tren, pero atacando las dunas del Azefal por su parte más dura: tres cordones de dunas inacabables y con la arena más fina y blanda que habíamos visto nunca. Lo intentamos durante dos días (incluso por la noche tuvimos que consultar el ordenador para saber si era mejor regresar o seguir adelante), pero no pudimos luchar contra los elementos. Unas dunas insondables, donde era imposible diferenciar las zonas duras de las blandas, con temperaturas extremas y algún golpe de calor, no nos hicieron desistir.

Pero lo que si que acabó con nuestro ánimo fue la rotura de tres cabestrantes, de los cuatro que llevábamos. Era el momento de buscar nuestras huellas y desandar lo andado….
En unas pocas horas retrocedimos lo que nos había costado dos duros días de trabajo, siguiendo las rodadas que habíamos dejado, y en nuestra retirada la voz de JORDI a través del micrófono de la radio: -“¡Lilas! ¡Somos unos Lilas!”

El desierto es lo que tiene, y lo mejor: es que sigue estando ahí marcándonos el desafío.

RESUMEN APROXIMADO DE LA AYUDA ENTREGADA
300 Kg. De leche en polvo
400 Kg. De medicamentos y material sanitario
Varios sacos de ropa, juguetes, alimentos infantiles y material escolar

PRESUPUESTO
El material conseguido proviene de:
1º 300 Kg. de leche en polvo, donada por Caritas Villalba
2º Medicamentos y material Sanitario específico preparado por Farmamundi para cubrir las
necesidades sanitarias primarias de la comunidad de Nouamghar durante seis meses, comprado
por la Asociación por valor de 2.966,99 Euros.
3º Alrededor de unas 700 unidades de medicamentos básicos varios, conseguidos y donados por
los socios.
4º Ropa, Juguetes, material escolar diverso, donado por los socios.
Los gastos de traslado, hoteles y manutención han corrido por cuenta de los socios que llevaron la Ayuda a excepción de:
- Medicamentos comprados a Farmamundi…………………………………………… 2.966,99
- Donativo Orfanato para compra de alimentos…………….. …………………. 500,00
- Honorarios colaboradores en Mauritania…………………………………………… 250,00
- Seguros ……………………………………………………………………………………………………. 280,00
TOTAL ………………………………………. 3.996,99

COLABORACIONES Y AGRADECIMIENTOS
De manera muy especial queremos agradecer su colaboración e inestimable ayuda a las 16 personas que hicieron posible ésta expedición poniendo sus vehículos y financiándose ellos mismos el viaje:
Antonio Chumillas, Blanca Marín, Tamara Chumillas, Jose Luís Blanco, Luís Nieto, Jordi Febre, Fran Jiménez, Mar Guijarro, Manuel de la Cuesta, Begoña González, Jesús Sastre, Marga Oliva, Sandra Sastre, Luís Sequeiro, Marisa Lara y Laura Sequeiro.
A Caritas Villalba, por su donación de Leche en Polvo
A Benito Lorenzo, a su esposa Rosa, a Javier B. Huerga y diversos donantes anónimos por su colaboración en la campaña de recogida de medicamentos, ropa, juguetes, etc.
Un especial agradecimiento también, a la Obra Social de la Caixa cuyo donativo económico hizo posible la compra de medicamentos y diverso material sanitario.
Y como no, a todos y cada uno de los socios y Empresas colaboradoras de AMIGOS x AFRICA, sin los cuales no hubiera sido posible llevar a cabo este proyecto.





LA JUNTA RECTORA DE AMIGOS x AFRICA