Nuestras Historias
23-04-2008 Jornada en el colegio Marino Benlliure
Presentación de “Amigos por África” en el Colegio Mariano Benlliure
Durante la Semana Cultural del Colegio Mariano Benlliure de Collado Villalba, nuestra Asociación fue invitada a hacer una presentación a los aproximadamente 700 alumnos/as, de entre 5 y 12 años. El Miércoles 23 de Abril, entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde, varios Socios de “Amigos por África” estuvimos presentando nuestra Asociación, sus orígenes, lo ya realizado y nuestros proyectos de futuro, de acuerdo al siguiente esquema:
Para empezar, Marisa y Mar, en uno de los salones del Colegio, mostraban con un proyector a grupos de aprox. 70 niños, los orígenes de nuestra Asociación: cómo todo había empezado cuando un grupo de personas que, amigos de la aventura y de los vehículos 4 x 4, fueron a África a disfrutar de unas vacaciones y cómo empezaron a pensar en la posibilidad de combinar de alguna forma el placer de viajar con el de ayudar a las personas que nos “prestaban” su país y su naturaleza, nos daban su calidez y estaban dispuestas a compartir con los visitantes lo poco que tenían.
Cuando Marisa y Mar preguntaban a los alumnos del Colegio qué creían ellos que los niños africanos necesitaban, la espontánea y certera respuesta de los niños siempre fue clara y contundente: medicinas, alimentos, ropa, material escolar…
Mientras que las fotografías de las diferentes expediciones se sucedían en la pantalla, los niños iban viendo las dificultades por las que a veces pasaron los expedicionarios, la espectacularidad de los vehículos 4 x 4 que, cargados hasta arriba de medicinas, leche en polvo y otros artículos de primera necesidad, solo habían podido continuar el viaje gracias a la pericia de los conductores y al afán de llevar la ayuda humanitaria, en definitiva, tratando de concienciar a los niños del porqué de nuestra Asociación y nuestra intención de construir en Nouadhibou (Mauritania), un Orfanato con capacidad para 120 niños huérfanos y abandonados, que sustituyese a la especie de choza donde ahora acogen a algo más de 20.
Cuando a continuación pasaban los niños al patio del Colegio, donde habíamos instalado dos coches 4 x 4 totalmente equipados, así como la furgoneta de la Asociación con sus llamativos colores, a los críos, sentados en semicírculo, se les ponían los ojos como platos cuando Toni, José Luís y “el Presi”, Luís, que apareció por el Colegio nada más finalizar su jornada laboral, les explicaban el porqué de esas ruedas con enormes tacos, porqué había que inflarlas y desinflarlas según fuese el terreno pedregoso o arenoso, cómo un coche podía sacar a otro de un apuro (¡el cabestrante de un coche tirando de otro siempre resultó impactante!), el encendido de todas las luces de un vehículo, las mesas y sillones de campaña colocadas bajo un toldo protector, la rapidez con que montamos nuestras “habitaciones”, cuando lanzábamos la tienda al aire y ya caía montada, y hasta vieron como funcionaba la ducha que el habilidoso Toni había instalado en uno de los vehículos.
Aquí aprovechábamos la ocasión para decirles la poca agua que gastamos en nuestros viajes, en contraposición a la mucha que, a veces, derrochamos en nuestras casas, haciéndoles ver lo escaso y valioso de éste recurso.
Cuando después de una explicación general dividíamos a los aprox. setenta niños en tres o cuatro grupos para que, Tamara, Lula y Juanki les fuesen mostrando el interior de los coches, ahí ya era casi imposible controlarles, pues todos querían ver y tocar todo, el frigorífico, los tanques de agua o gasolina aunque estuviesen encima de los coches, la cocina, las palancas y botones de cada coche… ¡y qué locura cuando todos querrían hablar por las emisoras, que también estaban en funcionamiento y conectadas a una misma frecuencia!, pero entre Juanki y nuestras “socias benjaminas”, se las ingeniaron para que, ni los coches sufriesen desperfectos ni los críos se cayesen o tuviesen incidente alguno.
Finalmente, las mismas Lula y Tamara les llevaban a nuestra furgoneta y les entregaban a cada niño uno de los bolígrafos que habíamos hecho para la ocasión, así como un bíptico a todo color con fotos del orfanato actual, donde expresamos nuestro objetivo de construir uno nuevo y donde pedimos se asocien a “Amigos por África” o colaboren con una aportación única, folleto que, confiemos, hayan entregado muchos o algunos de ellos a sus padres.
Los resultados de estas acciones son difícilmente visibles a corto plazo, pero confiamos en haber concienciado a nuestros niños de la enorme suerte que tienen por vivir en un país como el nuestro, de la solidaridad que debemos tener con los que tienen mucho menos y, si además, conseguimos algún nuevo socio o colaboración, nos sentiremos más que satisfechos de lo conseguido en este día.